Atlantida Race report
Os debo contar mi aventura , dijera Pablo Neruda. Resulta que, serian las no me acuerdo...cuando llamo por teléfono Don Alejandro Tabarez. Es una Tal Alejandro, me dice la flaca. Dile que no estoy. Que dice que no esta ..y ahí agarro el tubo del teléfono y finjo una broma, para no dejar en evidencia, mi actitud, ni la de la flaca. Como le va caballero? me pregunta Tabarez con ese respeto que suena a irónico. Bien y usted? Contesto con más ironía aun. Lujo, dice. Joya, digo. Me alegro montón, dice. Yo mas, Respondo. Desde ahí ya se dejaba entrever la competencia que nos motivaba a coordinar el viajecito a Atlántida para poner los pingos en la pista (es decir nosotros mismos), y ver quien es el mejor. De antemano aclaro que el mejor fue el. Tan solo por unos metros, pero fue el. También aclaro de antemano, que se esta coordinando en mi mente una jugosa venganza. En fin, viajecito tranquilo, por la 8 para evitar el peaje. Mi compañero me hablaba de sus entrenamientos y de cómo hace miles de kilómetros por semana en su bicicleta y de cómo fue a buscar a Punta del Este su medalla de san Fernando en ella etc. etc. por supuesto todo con tono sobrador. Yo le creía .le creí hasta que llegando Atlántida me dice que el puso en la bicicleta media hora la otra vez, para llegar a Atlántida. Ta ahí me tranquilice y comprendí, que este muchacho sufre un delirium tremen machazo. Media horita nada más che??? Le pregunto. Y si, más o menos, me dice Lo parió..digo y después callo suponiendo que mi silencio, le daría tiempo para pensar en la barbaridad que dijo, e iba a acomodar los tiempos.. Y eso que pinché me dice. Creo que no hay que decir nada más del estado de salu mental de este individuo. Llegamos a Atlántida, y yo venia muy nervioso por unos tenues cúmulos nimbus que a unos veinte mil metros del suelo allá en el horizonte (mas precisamente sobre buenos aires), hacían peligrar la realización de la carrera. Pero no, con todo y el clima poco favorable que había, se mantenían los ánimos de hacerla. Recorremos la rambla, buscando un lugar para estacionar, veo un espacio más o menos adecuado, hago la aproximación, apago la nave, pongo marcha atrás (porque prendida no entra) y estaciono en un precioso lugarcito con vista al mar. En la cola para inscribirse, se veían caras conocidas, Tabarez se saludaba a todo el mundo, parecía un vendedor de seguros. Yo pude reconocer a alguna gente, pero soy un poco mas tímido, les hacia caídas de cabeza y un esforzado bueno, que tal. Entre saludo y saludo, resulta que ya estábamos inscriptos y prontos para alongar, calentar, evacuar y largar. Estando en la largada, nuevamente me toca el hombro Dardo, (coyote), y me desea buena carrera y yo lo mismo. En esta hay que meter de punta a punta, me dice. Y claro, pienso dentro mío, el tipo se corre 100 de un saque, ahora correr 5 es como para mi atarme los cordones o menos. Pensándolo bien tengo bastante dificultad con el doble nudo y la moñita. El VW fusca descapotable que oficia de guía es muy cómico, y en mi mente imaginaba que se quedara en la largada. Pero fiel a lo que dicen de esas maquinas, no nos dejo a pie y arranco como lo hace siempre. Empieza la cuenta regresiva 10 .9 acá ya algunos largaron ..8 7 .a esta altura, yo ya era un desubicado que seguía quieto .6 ..5.. no aguante más y largue. OH dios arrancaron como chijete, me saco de adelante a un par de bermuditas que no entendían el porque de tanto apuro y justo cuando ellos se abren para darme paso, frente a mi aparece, como una imagen del infierno, un separador de las vías de la calle. De esos dentados amarillos que se ponen para romper la amortiguación de los autos y te señalan que estas por sufrir un accidente contra una rotonda. Me pareció conveniente, saltarlo e ir por la derecha, así lo hice, pero inmediatamente me pareció mejor lo contrario .y así estuve dando saltitos para un lado y para el otro un buen tiempo. Imagen patética del clásico indeciso. Fuimos a todo lo que da hasta prefectura y ahí, amarrándome con una mano de una columna, di la vuelta en u . Se ve que fueron muchas las fuerzas g de esa maniobra, porque empecé a marearme. Al segundo me doy cuenta que no es eso, sino que vengo como rabioso, con los dientes trabados y sacando espuma por la boca. Tranqui .queda carrera para rato, me digo. Y abro la boca, y respiro, muuuy hondo.. En seguida tengo que volver al estado rabioso porque soy el único que esta aflojando, todos venían como si los persiguiera el cotorra loca y abdul ba dala (El que se fue con el cotorra, o algo parecido) y el cosita todos juntos de safari. Me trago un pedacito de diente que no aguantó la presión, y levanto la vista, para ver, a unos 20 metros a mi presa. La remera azul esa con el nombre grabado, era inconfundible. Mi táctica era, arrimarme suave, y cuando esté a unos 5 metros de el, apurar como loco, así me ve pasar rapidísimo y el impacto psicológico, lo deja sin reacción. . Nunca llegue a estar a 5 metros. Ni siquiera a 15, es mas cada vez lo veía de más lejos. Entonces decidí cambiar de táctica, y me propuse, que faltando unos 200 metros para llegar mandarme un sprint final endemoniado y garronearle el puesto. La carrera, para ser 5k se me hizo eterna, pero me quedo corta. La llegada fue prolija, estaban entregando las medallas y por suerte agarre una (del piso). Tabarez me esperaba con el mate y la misma mirada. No se me ocurrió ninguna excusa, así que, esta..se la di por ganada. Conversando con Rafa (redcorredores), comentábamos los grupos nuevos que se veían con remeras muy elaboradas. Y la verdad es que dio gusto ver el colorido que están tomando las carreras, con la incorporación de estos llamativos distintivos. Creo que ya se terminaron los personajes de la Warner Brothers, asi que supongo que entraran ahora con Disney, por ejemplo, Los Bambi Runners, o Los Principes Valientes del asfalto. Una señora muy preocupada me pregunta donde se pueden ver los resultados, yo, por no generarle muchas expectativas, le dije, que con la oscuridad que había no era muy factible que los pudieran anotar para su posterior publicación. Abajo, un señor muy agitado que bajaba las escaleras a toda prisa, me pregunto donde entregan las medallas. Yo por no generarle muchas expectativas, le dije que después se la mandaban por correo. Ta listo, me dijo, .. Ya se que no llega nunca mas. Yo, Rodimonio, (nombre bautismal con que me llama Sergio (coyote), a esta altura era una cómica mezcla entre guía turístico y Teresa (la de Calcuta) Linda carrera, con un paisaje hermoso, subidas con sus correspondientes bajadas y unos llamativos 16 minutos y pico para los 5 k que no fueron ni cerca. Un abrazo a todos.